miércoles, 6 de diciembre de 2017

GILGAMESH APÓCRIFO (2017)





GILGAMESH APÓCRIFO
Poema colectivo |  Literatura Universal  |  2017 dC
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Tablilla I

Entre las montañas, un gran nombre resuena,
Gilgamesh, el majestuoso señor.
Un gran nombre se repite entre la ciudad,
Como toro, impone a sus inferiores
Como león, guía a sus súbditos
Al igual que la serpiente, se hace llegar

Nacido entre las mareas del mar Oceánico
Fuerza y sabiduría acogió,
Gilgamesh, el rey.
Un gran nombre se repite con grandiosidad entre la ciudad
Mitad dios, la otra humano
Nacido entre las mareas del mar Oceánico
Hijo de Neptuno, primogénito de Salacia
Su fuerza no se iguala


Tablilla II

El héroe es un gran hombre,
ni muy moreno ni demasiado blanco.
Tiene la piel en tono canela.
El héroe es un gran hombre.

Su cara es dulce e imponente,
te intimida, en cuanto clava sus ojos verdes en ti, sus pestañas
te envuelven, sus cejas pobladas
te hacen sentir pequeña.
El héroe es un gran hombre.

En sus muñecas se le marcan las venas,
dejando ver que tiene fuerza en los brazos.
Tanta fuerza que hasta un león podría derrotar.
El héroe es un gran hombre.

Su pecho no estaba cubierto de vello,
tan solo por una fina capa de aceite.
Sus piernas son fuertes y largas,
el héroe es un gran hombre.
El héroe es la personificación de la perfección.


Tablilla III

El violento y grande guerrero, rey de otra ciudad.
Hijo de la diosa de la guerra  y de la fertilidad, Anat.
Su fuerza es cuantiosa y al verla intimida
Punzante es su lanza, pesada y deslumbra su armadura
Se compara a la de un robusto elefante.
Su valor y osadía junto a su fuerza viril lo convierten  
en un general intrépido de temeridad ciega
y su sabiduría nunca ha sido vista nunca en el mundo,
cuando luce su yelmo encrestado es la señal de guerra.
Punzante es su lanza, pesada y deslumbrante su armadura
Avista al gran héroe Gilgamesh se acerca y el héroe le reconoce
«Hijo de la diosa de la guerra  y de la fertilidad, Anat
Mkondo violento y grande guerrero, rey de otra ciudad
qué es lo que buscas en esta mi amurallada y fortalecida ciudad?
¿Acaso no te das cuenta de que solo entrar en mi región
tu vida en peligro pones?» dijo el gran héroe.
«Vengo a esta tu nación a desafiarte.
No logré igualar el divino poder de tu madre
y me derrotó. Tú serás mi próximo reto.
Las malas lenguas dicen que nuestro poder es similar,
te pondré a prueba y tu brazo daré a torcer».
Gritó Mkondo, el valeroso y osado guerrero intrépido.


Tablilla IV

Con gran fuerza se abalanza,
y su arma sostiene firmemente.
Punzante es su lanza, pesada es su armadura
«No soy yo a quien buscas»
Pero Mkondo no lo escucha, no le hace caso
Le posee la locura, le ciega la ira.
El héroe se tapa con su escudo de reluciente oro
Pero como si de barro fuera, es partido en dos,
Bloquea la lanza con su mano y aparta a su enemigo.
«Herirte no es mi objetivo, compañero,
Pero si esto es lo que quieres, lucharé»
«No podrás engañarme» grita Mkondo
Mientras dirige su lanza al corazón del héroe
Un golpe a su brillante armadura frena el ataque.
Pero sin rasguño alguno se encuentra,
Punzante es su lanza, pesada es su armadura.
Ambos chocan sus puños, mostrando su enorme fuerza
Y Mkondo cae derrotado, y acepta lo que dice su enemigo
Clava la dura lanza en su pecho. La baña de sangre.
El héroe prosigue su viaje...


Tablilla V

El rey Gilgamesh, sudado, con manchas de sangre,
En el río Éufrates. Se lava.
Escucha un ruido. Un chasquido.
Los pájaros pían revoloteando.
Mira a la derecha, mira a la izquierda,
en medio, ve a la Diosa.
Oh bella dama, quién sos
Se esconde.
detrás de los juncos, lo observa.
Oh dulce princesa, no temas.
Soy tu rey.
Quisiera gobernar tu corazón.
Ella, se acerca. El agua murmulla a su alrededor.
Y le susurra al oído:
-Perdone su majestad, he de irme.
Se viste, al lado un zorro.
Destápate, cómo la serpiente muda su piel
desciñe tus senos, cómo la rosa florece,
Para que seas mía.
Sólo mía.


Tablilla VI

Una bestia majestuosa y desenfrenada
transmite miedo entre el pueblo.
Camina suelto como si nada
Corriendo hacia su objetivo

La bestia está desenfrenada
cejando la mirada
enfurecido mata a lo vivo.
Lo vivo nunca acaba.

La bestia es majestuosa
tanto como el rey y Enkidu.
Tan grande como la rocosa
tan limpia como los dioses.

Desenfrenado está el mortal,
al morir también tendrá que moverse.
Corre hacia el objetivo
a la velocidad de la luz

Majestuosa y desenfrenada es la bestia
descrito como un animal,
nadie le cree como persona
nadie le quiere como persona.


Tablilla VII

Gilgamesh, estremecido por los chillidos de la bestia,
Se asoma hacia su destino.
Al ver esa monstruosidad,
Se plantea por primera vez dejar de lado su futuro oscuro.
¿Debería irse para estar a salvo?
¿O simplemente hacer justicia?
Decidido fue con dignidad y plantó cara.
La negra sombra vino,
La negra sombra vino hacia él.

Sobresaltado por el retumbar del suelo,
pasa esa monstruosidad,
Gilgamesh cada vez más valiente,
El monstruo cada vez más y más gigantesco.
¿Pero quién era?
Al no tener pies para clavar su espada,
Se descoloca,
Al descolocarse le da una oportunidad para que aquello lo embista.
Gilgamesh tumbado en el suelo por el impacto,
Sus labios empiezan a hincharse con intensidad.
Paralizado por el miedo,
Pierde la noción del tiempo.

Cuando pensaba que su tiempo había acabado,
Algo asombró a la bestia
Y huye despavorida
¿Qué debería de ser eso?
¿Más problemas?
De repente se siente con mucho cansancio.

Al despertar todo acabó,
Al despertar todo acabó, pero no era él mismo.


Tablilla VIII

Llegué para quedarme una temporada.
Para que la vida me envolviera con su luz.
¿Cuándo vendría a por mí?
¿Cuánto tiempo me quedaba antes?
Para alejarme de esa luz y
conducirme hacia la oscuridad.

No quiero oír vuestros sollozos,
causados por mi ausencia.
No quiero sentir en vosotros
la pena por mi viaje, con la oscuridad.
Porque al ser libertad    
no le temo a  la muerte.

Marcharé en paz y feliz.
porque sé que mi recuerdo no morirá,
si en vosotros sigo presente.
Me voy lejos, me voy en vuelo,
para olvidar que no volveré a vivir
en esta tierra que me vio luchar.


Tablilla IX

El pueblo de Hareb le llora, durante 40 días y 40 noches
La esperanza se marchita y la luz se desvanece
La doncella con la voz quebrada se acerca a su cripta
Oh, qué fue del heroico Gilgamesh,
que derrotó a la monstruosa bestia de los bosques
Salvador del pueblo de Hareb y muerto en el camino.
¿Por qué los dioses han sido tan crueles?

Los desgarradores sollozos de la doncella bañan la làpida
Las lamentaciones de la bella mujer inundan de tristeza el màrmol
y bajo la oscuridad de la noche las criaturas de la noche se reúnen
Se congregan para regocijarse de la muerte de Gilgamesh
Hareb está sumergida por la temible oscuridad
y sin el héroe que los salvó, la ciudad está condenada

Un destello ilumina el cielo, la doncella inmediatamente cesa de llorar
Una estrella desciende lentamente hacia la cripta
y la luz iluminó otra vez Hareb por unos segundos
La doncella se inclina ante la figura que descendía de los cielos
-Oh bella doncella, no lloréis más. ¿Es a Gilgamesh a quien lloráis? -
La presencia de Anub, la madre de todos la dejó asombrada

Vuestros lamentos, mi sueño ha perturbado
Y mi descanso vuestro llanto ha agitado
Vos queréis a vuestro héroe, dulce doncella.
Yo no os lo puedo dar, pero su semilla os puedo regalar
Dentro de 40 noches más, vuestro amado y yo tendremos una criatura
Vos lo cuidaréis y lo amaréis, vuestro será nuestro retoño
Y vuestra será la obligación de convertirlo en un héroe como su padre.

La doncella se regocijó, durante las 40 noches estuvo rezando a la Luna
y en el último día, a medianoche, la criatura se reunió con la mujer
La ciudad de Hareb recuperó su luz y su esperanza
Nadie supo nunca por qué. la diosa y la doncella mantuvieron el secreto
y nadie llegó a saber que Gilgamesh volvía a estar en las calles de Hareb.


AUTORÍA
TABLILLA I
NESRIN
TABLILLA II
MARIA
TABLILLA III
JEFFRY
TABLILLA IV
JORDI
TABLILLA V
YOHANA
TABLILLA VI
RUTH
TABLILLA VII
BERTA
TABLILLA VIII
ESTEL
TABLILLA IX
LLUIS

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