1.
x- (En
la mesa en el comedor escolar). Hola
y- Hey, cuánto tiempo.
x- (Sonríe). ¿Qué hiciste
estas vacaciones?
y- Poca cosa, fui con mi
hermana al pueblo de nuestros abuelos maternos, y allí no hay mucho que hacer,
leí un montón de libros.
x- ¿Cómo cuál?
y- Clásicos, ya sabes, Los miserables o Viaje al centro de la tierra de Julio Verne.
x- ¿Quién es el autor de Los miserables?
y- Víctor Hugo, lo
estudiamos el año pasado.
x- Sabes que no me gusta
leer, creo que se aprovecha mejor el tiempo viviendo experiencias reales.
y- Quizás, pero en mi
caso ni siquiera salí de casa, no sé qué hubiera hecho sin la biblioteca de mis
abuelos. Además, solo en los libros se puede dar la vuelta al mundo en ochenta
días o hacer una expedición a la Antártida. ¿Tú qué has hecho?
x- Viajar, fuimos a
África, conocí las pirámides egipcias y la sabana africana.
y- Impresionaste, ¿sabías
que cada cultura desde tiempos inmemoriales escribía o encontraba una forma de
materializar sus pensamientos o creencias? Desde los egipcios con sus jeroglíficos
hasta los filósofos griegos con sus pergaminos, y la cosa no cambió en la época
medieval o edad moderna, con la única diferencia de usar la escritura para algo
más que hacer leyes o contar mitos.
x-Tienes razón y algunos
escritos han pasado a través de los tiempos para conocerse mundialmente (toca
el timbre que señala el final del patio).
x- En fin, ¿nos vemos al
salir de clases? Y me enseñas uno de tus libros.
y- Claro, conozco una
novela romántica francesa que te va a encantar.
x- Bueno, me gustaría
algo más ligero, quizá una recopilación de mitos clásicos estadounidenses.
y-(Ríe). Okey, Godbye.
x- Au revoir.
Ana María B.
***
2.
+ Mamá, ¿estás?
- Si, dime hijo
+ Me gustaría empezar a leer algún que otro
libro, ¿qué me recomiendas?
- Uf, hay un montón de libros
para empezar a leer, si te gusta el miedo y la intriga te puedo dar un par de
libros de R.L. Stine. ¡Dan mucho miedo!
+ Me leeré alguno, va, y ¿sabes algún escritor
así de aventuras?
- ¡Claro que sí! Acompáñame a la estantería, tengo
varios libros de Julio Verne, para mí el mejor es Viaje al centro de la Tierra.
+ Guau, ya solo por el título
suena bien, empezaré a leer ese, me he leído la parte de atrás y me ha
encantado, ¡espero que me guste!
- Mira hijo, estos libros de aquí
son del autor más popular que ha existido en todos los tiempos, Shakespeare,
tengo los dos libros suyos que más me gustan: Hamlet y Macbeth, son
espectaculares para leer, pero Hamlet
es una obra de teatro también, si quieres algún día vamos a ver la
representación, es única.
+ Madre mía, mamá, ¿cómo sabes
tanto de libros? Me he quedado asombrado de verdad, tengo mucho trabajo este
verano leyendo, me lo pasaré en grande.
- Ahora hijo vamos a hacer la
cena, ¿me ayudas no?
+ ¡Sí, claro!
Enric A.
***
3.
—Hola, buenas tardes.
—Buenas tardes, ¿puedo
ayudarle en algo?
—Sí, estaba buscando un
libro y el mejor lugar que se me ha ocurrido para encontrarlo es la biblioteca.
—Muy bien, ¿me puede
decir el nombre del libro?
—No
—¿El autor?
—No
—¿La editorial? ¿La fecha
de publicación?
—No, ninguno.
—¿Sabe algo acerca del
libro? ¿Algún detalle por muy pequeño que sea?
—No, nada en absoluto.
—Entonces, ¿cómo sabe
usted qué libro quiere?
—Si es posible, un libro
de novela.
—¿Tampoco sabe qué tipo de
novela es?
—Tampoco
—¿Y qué es exactamente?
—Pues un libro.
—¿Podría al menos decirme
de qué trata?
—No lo sé, aún no lo he
leído.
—¿Y entonces cómo sabe qué
libro está buscando?
—No lo sé, por eso le he
pedido si puede ayudarme a buscar uno.
—Oh… de acuerdo. Ahora le
ayudo.
—Muchas gracias.
Alba J.
***
4.
- ¡Necesito comprar esta librería ahora mismo!
- ¿Señor, está usted bien?
- ¿Bien? Estoy mejor que bien. Allí fuera en la
tormenta he tenido la mayor revelación de mi vida. Los espectros de los grandes
escritores del mundo se han aparecido ante mi y me han dicho que soy el elegido
para escribir la mayor y mejor obra literaria de la historia de la humanidad,
pero para eso necesito comprar esta librería.
-No estoy seguro de que le entienda, creo que
necesita buscar ayuda profesional. Además, la librería no está en venta.
-Estaban todos, desde los primeros autores
literarios de la antigua Grecia pasando por Shakespeare y los otros grandes de
las diferentes épocas pasadas hasta llegar a nuestros días. Estaban todos, absolutamente
todos, y me dijeron que para escribir mi obra maestra necesito leer todos sus
libros. Por eso quiero comprar esta librería, o en su defecto todos los libros
que contiene. En este maletín está todo el dinero que necesito.
-Yo solo trabajo aquí, tendría que llamar a los
propietarios. Usted debería considerar usar una biblioteca, allí encontraras
todas las obras que buscas.
- ¡No! Esos libros han sido leídos por cientos de
otras personas. ¡Yo necesito que sean míos!
-Gracias, no sabe cuanto significa esto para mí.
Escribiré un libro que será leído incluso cuando la humanidad pueda surcar
libremente entre las lejanas estrellas del cosmos.
Benjamin P.
5.
-Piensa, ¿qué te gustaría hacer?
+No lo sé.
-Pero te gusta escribir, ¿no es así?
+Claro!
-Y dime, ¿qué es lo que sientes exactamente al
escribir?
+Siento… No lo sé!
-¡Piensa!
+Siento que, que las palabras se me van, se me
van de las manos, que salen volando.
-¿Y qué dicen?
+Susurran, hablan tan bajito que apenas puedo oírlas.
-¿Tienes alguna idea de qué es lo que están
susurrando?
+A veces me parece oír sus risas, y cuando están
tristes lloran.
-¿Reconoces esas palabras?
+¡Te estoy diciendo que no puedo oírlas!
-¿No puedes o no quieres? ¿Las has leído alguna
vez?
+No quiero, no quiero leerlas, no quiero oírlas.
-Y, ¿qué te gustaría hacer?
+¡Cállate!¿ Por qué eres tan estúpido?
- (...)
+¡Te odio! ¡Odio las palabras que escribes, las
que haces que escuche constantemente, odio tener que oírte aquí dentro! Siempre
dentro de mi cabeza.
Clara R.