domingo, 11 de febrero de 2018

LA HORA DEL VOLCÁN. Una tragedia clásica



LA HORA DEL VOLCÁN
Tragedia clásica

Personajes
Sara
Pablo
Mensajero
Madre de Sara
Comprador


ESCENA 1. Felicidad

Se besan.
SARA: ¡No me distraigas! (avergonzada) Sigamos con el tema.
PABLO: ¿Te ha gustado? (íntimo).
SARA: Dime las partes de un volcán (cambiando el tono).
PABLO: No te hagas la tonta y contéstame.
SARA: Sí…(con voz baja) Me gustan desde hace tiempo.
PABLO: ¿Qué has dicho?
SARA: Los volcanes.
PABLO: (confundido) ¿Qué?
SARA: ¿Sientes algo por mí?
Pablo se acerca y se vuelven a besar.
PABLO: ¿Tú que crees?
SARA: (avergonzada) que cuando explotan  los volcanes son maravillosos.
PABLO: Entonces deja de lado el examen y tómate un descanso.
SARA: No. ¿Estas loco? Necesito la nota más alta.
PABLO: Pero tampoco necesitas sacar en todo dieces.
SARA: Sí que lo necesito.
PABLO: ¿Quieres que le de una nota a tu beso?
SARA: Si cuenta para la selectividad, sí.
PABLO: Ummm, me lo voy a pensar. Un día de estos nos podríamos ir de viaje los dos juntos (animado).
SARA: ¿Dónde quieres ir?
PABLO: No lo sé, ¿algún sitio romántico?
Los dos se ríen
SARA: ¿París?
PABLO: Me parece una buena idea.
SARA: Pero antes he de estudiar medicina.
PABLO: (Entusiasmado) Adelante, te estaré esperando…
SARA: (Borde) ¿Y tú? ¿No piensas estudiar nada?
PABLO: Me gusta la idea de la ingeniería.
SARA: Los dos saldremos juntos adelante, con el beso y la selectividad llegaremos a París.


ESCENA 2. Amenaza

SARA: Pablo, ¿entiendes este ejercicio? (mostrándole su libreta).
PABLO: Sí, cariño, ahora te ayudo en lo que necesites. Déjame acabar la actividad de Lengua Castellana.
SARA: Estoy muy emocionada por acabar ya el bachillerato y entrar en la universidad.
PABLO: Nos queda mucho por delante.
Se oye un fuerte ruido que llega desde el exterior, como una explosión.
SARA: Pablo, ¿qué ha sido eso?! (con una voz temblorosa) Parece...una... bomba.
PABLO:  (sin saber qué responder) No sé, no tengo ni idea.
Suenan sirenas y los dos apartan las cortinas blancas y se asoman a ver lo que ocurre en el exterior)
SARA: Veo que la gente está corriendo. ¿Qué habrá pasado?
PABLO: Parece que vayan en dirección contraria a nuestro instituto.
SARA: Igual ha sido una explosión. (Asustada, sujeta con fuerza la mano de Pablo).
PABLO: Cariño, me estás haciendo daño.  
SARA: Lo siento, me he puesto nerviosa.
PABLO: A ver, calmémonos. No sabemos lo que ha pa…
Suena una notificación desde el móvil de Pablo. Fijan sus miradas en él. Pablo nervioso, intenta desbloquear su móvil lo más rápido que puede, falla en dos intentos y al tercero lo logra.
PABLO: Mira Sara, Lourdes acaba de publicar algo en Instagram: “Posible atentado en el instituto Príncep de Girona”.
SARA: Pablo, ¿qué hacemos?! Pablo, Pablo!
PABLO: Quédate aquí. Voy a mirar qué pasa.
SARA: Voy contigo.
PABLO: Quédate aquí, no me pasará nada.
Se quedan mirando sus pantallas atónitos y aterrados. Se produce otra explosión más cerca de su residencia y Pablo no tiene el coraje de bajar.


ESCENA 3. Tragedia

Sara y Pablo siguen consternados por la terrible noticia del reciente atentado, de pronto llaman a la puerta.
SARA: Hola, buenas tardes, ¿con quién tengo el gusto de hablar?
MENSAJERO: Hola, vengo del Hospital San Juan de Dios. Quisiera hablar con Sara. Tenemos algo muy importante que comunicarle acerca de un familiar cercano suyo.
SARA: Sí, soy yo, ¿qué tiene que decirme?
MENSAJERO: Siento mucho darle esta terrible noticia, pero tengo que informarle de que su padre ha sido herido en el atentado y pese a que hemos intentado salvarle no ha sobrevivido ya que sus contusiones eran muy graves. Lamento profundamente su pérdida.
Sara se queda paralizada, Pablo se da cuenta de que algo no va bien. Se acerca a ella por detrás, la abraza por la cintura. Él gira la cara para poder ver su rostro, pero lo único que logra ver es sus ojos llenos de lágrimas.
PABLO: ¿Sara, qué ha sucedido?
Sara, por la trágica noticia,  no consigue articular palabra alguna. Pablo se coloca en frente de ella, la sujeta por los hombros y la zarandea ligeramente.
PABLO: (Gritando) ¿Dime por favor qué es lo que ha pasado? No me dejes con esta angustia.
SARA: (Casi sin poder hablar, entre lágrimas) Mi padre… no me lo puedo creer, mi padre ya no está.
PABLO: ¿Cómo, qué quieres decir con que no está?
¿Ha muerto?
Sara rompe a llorar, Pablo la abraza muy fuerte. A Pablo se le empiezan a caer las lágrimas. Él no sabe qué hacer, no sabe cómo actuar ni qué decir, solo la abraza y llora junto a ella.
SARA: Mi padre me quería, jugaba conmigo a las muñecas, me iba a buscar a la escuela, era el cabeza de familia, ¿qué voy a hacer ahora? Cómo vamos a salir adelante…  era todo para mí.
PABLO: Cariño,  te quería mucho, te adoraba. Eres muy fuerte, Sara, saldrás adelante.
SARA: Cómo voy a salir adelante. Cómo voy a poder seguir estudiando. En casa solo trabajaba mi padre. (Reposa la cabeza sobre el pecho de Pablo).


ESCENA 4. Final trágico

Sara y Pablo siguen abrazados.
SARA: Pablo tienes un mensaje en el móvil, a lo mejor es algo importante.
Pablo coge el móvil y lee el mensaje que ha recibido.
PABLO: No puede ser, esto no me puede pasar a mí.
SARA: Cariño, ¿qué pasa?. No me asustes por favor…
PABLO: Me...me han enviado un mensaje, pidiéndome, que…
Sara: Pablo, qué está pasando, ¡cuéntamelo ya!
PABLO: Tranquila, Sara, esto me cuesta mucho. Me han enviado un mensaje diciéndome que estoy obligado a ir mañana al cuartel militar para incorporarme al ejército.
SARA: ¿Tú? ¿Por qué tú? Pero si solo tienes 17 años, no puedes ir allí, ¡te matarán!
PABLO: Sara, mi amor, estoy obligado, no tengo elección.
SARA: ¿Por qué la mala suerte siempre nos rodea? Era todo tan perfecto, era tan feliz, que cuando algo tiene que salir mal, se vuelve todo en contra de nosotros para arrastrarnos a un agujero negro…
PABLO: No voy a ir al ejército, no voy a ir a la guerra. Me iré del país. Ven conmigo, así sabré que estás bien, porque no puedo soportar la idea de irme yo y dejarte aquí sola, no puedo y menos ahora.
SARA: De acuerdo, entonces emprendamos una vida juntos fuera de aquí, para cumplir nuestros sueños.
PABLO: Está bien, hagamos la maleta, nos tenemos que ir rápido.
SARA: Toma Pablo, coge la ropa y todo lo que necesites de él, mi padre estaría muy orgulloso de ti.
PABLO: Gracias Sara, vamos a ser muy felices juntos.
Y la besa, y cogidos de la mano salen por la puerta.


ESCENA 5. Final alternativo

Suena un timbre y la madre abre la puerta de la entrada.
COMPRADOR: Hola, ¿es este el piso que está en venta?
MADRE: Sí, pase, este es.
El comprador entra al piso y lo observa detenidamente.
COMPRADOR: Es bastante bonito, ¿puedo preguntarle por qué lo vende?
MADRE: Perdí a mi marido cuando los aqueos bombardearon la ciudad, mi hija huyó del país en busca de una vida mejor y yo me quedé aquí sola. Ya no puedo pagar los gastos, necesito el dinero de la venta para vivir.
COMPRADOR: Lamento escuchar eso, lo que pasó en la ciudad cuando la invadieron los aqueos fue devastador.
MADRE: Mire, le enseñaré las habitaciones.
Los dos entran en la habitación de la hija.
MADRE: Odiaba cuando mi hija tenía la habitación hecha un desastre, pero ahora lo echo de menos.
COMPRADOR: ¿Qué fue de ella?
MADRE: Huyó con su novio cuando los aqueos empezaron a bombardear la ciudad.
COMPRADOR: Al menos sigue viva, mi sobrina murió en los bombardeos.
MADRE: Los bombardeos causaron mucho sufrimiento. Parece que fue ayer cuando bombardearon el instituto.
COMPRADOR: Sí, lo que pasó ese día fue una auténtica tragedia.
MADRE: Mi hija era la mejor estudiante de su colegio, y ese día su sueño y el de muchos otros acabaron hechos mil pedazos. Ahora vive en un país extraño y con un trabajo que no desea.
COMPRADOR: ¿Sigue usted en contacto?
MADRE: Muy poco, no hablo mucho con ella. Está trabajando todo el tiempo y no tenemos dinero para pagar las llamadas internacionales.
COMPRADOR: ¿De qué trabaja tu hija? ¿Ha conseguido ser lo que soñaba?
MADRE: Me temo que no, trabaja de lo que le sale para poder sobrevivir. Ella quería ser médico y estaba cerca de conseguirlo, pero nunca lo será.
COMPRADOR: El destino es muy cruel a veces…
MADRE: Demasiado, en esta casa vivieron mis padres, luego yo con mi esposo, y ahora no tengo nada ni a nadie; ni siquiera esta casa, que era el único recuerdo que me quedaba.
COMPRADOR: Espero que el tiempo lo solucione todo.
MADRE: No lo hará... Al menos espero que le haya gustado la casa.
COMPRADOR: Sin duda, es muy bonita.
MADRE: Ya me llamará para seguir hablando sobre la compra.
La madre acompaña al comprador hasta la puerta.
COMPRADOR: Lo haré, ya hablaremos. Adiós.
MADRE: Adiós, hasta luego.
El comprador abandona el piso. La madre se sienta en el escritorio y hace una videollamada a Sara. Su imagen aparece en la pantalla.
SARA: ¿Diga?
MADRE: Hola, hija. Soy yo, tu madre.
SARA: Mamá, ¡Cuánto tiempo! ¿Cómo va todo por Barcelona?
MADRE: Un poco mal, voy a vender el piso, porque sin tu padre ya no puedo pagarlo.
SARA: No sabes lo mucho que me duele esa noticia, mamá.
MADRE: Lo sé, pero así es la vida. Háblame sobre ti, ¿Qué tal estás?
SARA: La verdad es que mal, no tengo trabajo fijo, y cuando lo tengo no es el que deseo precisamente. Me siento vacía. No hay nada que me impulse a levantarme de la cama por las mañanas, porque ya no tengo un sueño que perseguir. El destino me lo ha arrebatado. A veces pienso que lo mejor que podría hacer es abandonar este mundo que tan mal me ha tratado, pero es demasiado tarde para pensar en eso...
MADRE: ¿Qué quieres decir con eso, Sara?
SARA: Estoy embarazada…

FIN

Autoría
Escena 1
Berta y Yohana
Escena 2
Nesrin y Ruth
Escena 3
María y Jefry
Escena 4
Estel y Rina
Escena 5
Martina, Jordi y Lluis