LA HORA DEL VOLCÁN
Tragedia
clásica
Personajes
Sara
Pablo
Mensajero
Madre de Sara
Comprador
ESCENA 1. Felicidad
Se besan.
SARA: ¡No me distraigas! (avergonzada) Sigamos con el tema.
PABLO: ¿Te ha gustado? (íntimo).
SARA: Dime las partes de un
volcán (cambiando el tono).
PABLO: No te hagas la tonta y
contéstame.
SARA: Sí…(con voz baja) Me gustan desde hace
tiempo.
PABLO: ¿Qué has dicho?
SARA: Los volcanes.
PABLO: (confundido) ¿Qué?
SARA: ¿Sientes algo por mí?
Pablo se acerca y se vuelven a besar.
PABLO: ¿Tú que crees?
SARA: (avergonzada) que cuando explotan los volcanes son
maravillosos.
PABLO: Entonces deja de lado
el examen y tómate un descanso.
SARA: No. ¿Estas loco?
Necesito la nota más alta.
PABLO: Pero tampoco necesitas
sacar en todo dieces.
SARA: Sí que lo necesito.
PABLO: ¿Quieres que le de una
nota a tu beso?
SARA: Si cuenta para la
selectividad, sí.
PABLO: Ummm, me lo voy a
pensar. Un día de estos nos podríamos ir de viaje los dos juntos (animado).
SARA: ¿Dónde quieres ir?
PABLO: No lo sé, ¿algún sitio
romántico?
Los dos se ríen
SARA: ¿París?
PABLO: Me parece una buena
idea.
SARA: Pero antes he de
estudiar medicina.
PABLO: (Entusiasmado) Adelante, te estaré esperando…
SARA: (Borde) ¿Y tú? ¿No piensas estudiar nada?
PABLO: Me gusta la idea de la
ingeniería.
SARA: Los dos saldremos juntos
adelante, con el beso y la selectividad llegaremos a París.
ESCENA 2. Amenaza
SARA: Pablo, ¿entiendes este
ejercicio? (mostrándole su libreta).
PABLO: Sí, cariño, ahora te
ayudo en lo que necesites. Déjame acabar la actividad de Lengua Castellana.
SARA: Estoy muy emocionada por
acabar ya el bachillerato y entrar en la universidad.
PABLO: Nos queda mucho por
delante.
Se oye un fuerte ruido
que llega desde el exterior, como una explosión.
SARA: Pablo, ¿qué ha sido eso?!
(con una voz temblorosa) Parece...una... bomba.
PABLO: (sin saber qué
responder) No sé, no tengo ni idea.
Suenan sirenas y los dos
apartan las cortinas blancas y se asoman a ver lo que ocurre en el exterior)
SARA: Veo que la gente está
corriendo. ¿Qué habrá pasado?
PABLO: Parece que vayan en
dirección contraria a nuestro instituto.
SARA: Igual ha sido una
explosión. (Asustada, sujeta con fuerza la mano de Pablo).
PABLO: Cariño, me estás haciendo
daño.
SARA: Lo siento, me he puesto
nerviosa.
PABLO: A ver, calmémonos. No
sabemos lo que ha pa…
Suena una notificación
desde el móvil de Pablo. Fijan sus miradas en él. Pablo nervioso, intenta
desbloquear su móvil lo más rápido que puede, falla en dos intentos y al tercero
lo logra.
PABLO: Mira Sara, Lourdes acaba
de publicar algo en Instagram: “Posible atentado en el instituto Príncep de Girona”.
SARA: Pablo, ¿qué hacemos?!
Pablo, Pablo!
PABLO: Quédate aquí. Voy a mirar
qué pasa.
SARA: Voy contigo.
PABLO: Quédate aquí, no me
pasará nada.
Se quedan mirando sus
pantallas atónitos y aterrados. Se produce otra explosión más cerca de su
residencia y Pablo no tiene el coraje de bajar.
ESCENA 3. Tragedia
Sara y Pablo siguen consternados
por la terrible noticia del reciente atentado, de pronto llaman a la puerta.
SARA: Hola, buenas tardes,
¿con quién tengo el gusto de hablar?
MENSAJERO: Hola, vengo del Hospital
San Juan de Dios. Quisiera hablar con Sara. Tenemos algo muy importante que
comunicarle acerca de un familiar cercano suyo.
SARA: Sí, soy yo, ¿qué tiene que decirme?
SARA: Sí, soy yo, ¿qué tiene que decirme?
MENSAJERO: Siento mucho darle esta
terrible noticia, pero tengo que informarle de que su padre ha sido herido en
el atentado y pese a que hemos intentado salvarle no ha sobrevivido ya que sus
contusiones eran muy graves. Lamento profundamente su pérdida.
Sara se queda paralizada,
Pablo se da cuenta de que algo no va bien. Se acerca a ella por detrás, la
abraza por la cintura. Él gira la cara para poder ver su rostro, pero lo único
que logra ver es sus ojos llenos de lágrimas.
PABLO: ¿Sara, qué ha sucedido?
Sara, por la trágica
noticia, no consigue articular palabra alguna. Pablo se coloca en frente
de ella, la sujeta por los hombros y la zarandea ligeramente.
PABLO: (Gritando) ¿Dime
por favor qué es lo que ha pasado? No me dejes con esta angustia.
SARA: (Casi sin poder
hablar, entre lágrimas) Mi padre… no me lo puedo creer, mi padre ya no
está.
PABLO: ¿Cómo, qué quieres
decir con que no está?
¿Ha muerto?
Sara rompe a llorar,
Pablo la abraza muy fuerte. A Pablo se le empiezan a caer las lágrimas. Él no
sabe qué hacer, no sabe cómo actuar ni qué decir, solo la abraza y llora junto
a ella.
SARA: Mi padre me quería,
jugaba conmigo a las muñecas, me iba a buscar a la escuela, era el cabeza de
familia, ¿qué voy a hacer ahora? Cómo vamos a salir adelante… era todo
para mí.
PABLO: Cariño, te quería
mucho, te adoraba. Eres muy fuerte, Sara, saldrás adelante.
SARA: Cómo voy a salir
adelante. Cómo voy a poder seguir estudiando. En casa solo trabajaba mi padre. (Reposa
la cabeza sobre el pecho de Pablo).
ESCENA 4. Final trágico
Sara
y Pablo siguen abrazados.
SARA: Pablo tienes un mensaje
en el móvil, a lo mejor es algo importante.
Pablo
coge el móvil y lee el mensaje que ha recibido.
PABLO: No puede ser, esto no me
puede pasar a mí.
SARA: Cariño, ¿qué pasa?. No
me asustes por favor…
PABLO: Me...me han enviado un mensaje,
pidiéndome, que…
Sara: Pablo, qué está pasando,
¡cuéntamelo ya!
PABLO: Tranquila, Sara, esto me
cuesta mucho. Me han enviado un mensaje diciéndome que estoy obligado a ir
mañana al cuartel militar para incorporarme al ejército.
SARA: ¿Tú? ¿Por qué tú? Pero
si solo tienes 17 años, no puedes ir allí, ¡te matarán!
PABLO: Sara, mi amor, estoy
obligado, no tengo elección.
SARA: ¿Por qué la mala suerte
siempre nos rodea? Era todo tan perfecto, era tan feliz, que cuando algo tiene
que salir mal, se vuelve todo en contra de nosotros para arrastrarnos a un
agujero negro…
PABLO: No voy a ir al ejército,
no voy a ir a la guerra. Me iré del país. Ven conmigo, así sabré que
estás bien, porque no puedo soportar la idea de irme yo y dejarte aquí sola, no
puedo y menos ahora.
SARA: De acuerdo, entonces
emprendamos una vida juntos fuera de aquí, para cumplir nuestros sueños.
PABLO: Está bien, hagamos la
maleta, nos tenemos que ir rápido.
SARA: Toma Pablo, coge la ropa
y todo lo que necesites de él, mi padre estaría muy orgulloso de ti.
PABLO: Gracias Sara, vamos a
ser muy felices juntos.
Y
la besa, y cogidos de la mano salen por la puerta.
ESCENA 5. Final alternativo
Suena un timbre y la madre abre la puerta de la
entrada.
COMPRADOR: Hola, ¿es este el piso
que está en venta?
MADRE: Sí, pase, este es.
El comprador entra al
piso y lo observa detenidamente.
COMPRADOR: Es bastante bonito, ¿puedo preguntarle por qué lo
vende?
MADRE: Perdí a mi marido cuando los aqueos bombardearon la
ciudad, mi hija huyó del país en busca de una vida mejor y yo me quedé aquí
sola. Ya no puedo pagar los gastos, necesito el dinero de la venta para vivir.
COMPRADOR: Lamento escuchar eso, lo que pasó en la ciudad
cuando la invadieron los aqueos fue devastador.
MADRE: Mire, le enseñaré las habitaciones.
Los dos entran en la
habitación de la hija.
MADRE: Odiaba cuando mi hija tenía la habitación hecha un
desastre, pero ahora lo echo de menos.
COMPRADOR: ¿Qué fue de ella?
MADRE: Huyó con su novio cuando los aqueos empezaron a
bombardear la ciudad.
COMPRADOR: Al menos sigue viva, mi sobrina murió en los
bombardeos.
MADRE: Los bombardeos causaron mucho sufrimiento. Parece
que fue ayer cuando bombardearon el instituto.
COMPRADOR: Sí, lo que pasó ese día fue una auténtica
tragedia.
MADRE: Mi hija era la mejor estudiante de su colegio, y
ese día su sueño y el de muchos otros acabaron hechos mil pedazos. Ahora vive
en un país extraño y con un trabajo que no desea.
COMPRADOR: ¿Sigue usted en contacto?
MADRE: Muy poco, no hablo mucho con ella. Está trabajando
todo el tiempo y no tenemos dinero para pagar las llamadas internacionales.
COMPRADOR: ¿De qué trabaja tu hija? ¿Ha conseguido ser lo que
soñaba?
MADRE: Me temo que no, trabaja de lo que le sale para
poder sobrevivir. Ella quería ser médico y estaba cerca de conseguirlo, pero
nunca lo será.
COMPRADOR: El destino es muy cruel a veces…
MADRE: Demasiado, en esta casa vivieron mis padres, luego
yo con mi esposo, y ahora no tengo nada ni a nadie; ni siquiera esta casa, que
era el único recuerdo que me quedaba.
COMPRADOR: Espero que el tiempo lo solucione todo.
MADRE: No lo hará... Al menos espero que le haya gustado
la casa.
COMPRADOR: Sin duda, es muy bonita.
MADRE: Ya me llamará para seguir hablando sobre la compra.
La madre acompaña al
comprador hasta la puerta.
COMPRADOR: Lo haré, ya hablaremos. Adiós.
MADRE: Adiós, hasta luego.
El comprador abandona
el piso. La madre se sienta en el escritorio y hace una videollamada a Sara. Su
imagen aparece en la pantalla.
SARA: ¿Diga?
MADRE: Hola, hija. Soy yo, tu madre.
SARA: Mamá, ¡Cuánto tiempo! ¿Cómo va todo por Barcelona?
MADRE: Un poco mal, voy a vender el piso, porque sin tu
padre ya no puedo pagarlo.
SARA: No sabes lo mucho que me duele esa noticia, mamá.
MADRE: Lo sé, pero así es la vida. Háblame sobre ti, ¿Qué
tal estás?
SARA: La verdad es que mal, no tengo trabajo fijo, y
cuando lo tengo no es el que deseo precisamente. Me siento vacía. No hay nada
que me impulse a levantarme de la cama por las mañanas, porque ya no tengo un
sueño que perseguir. El destino me lo ha arrebatado. A veces pienso que lo
mejor que podría hacer es abandonar este mundo que tan mal me ha tratado, pero
es demasiado tarde para pensar en eso...
MADRE: ¿Qué quieres decir con eso, Sara?
SARA: Estoy embarazada…
FIN
Autoría
Escena 1
|
Berta y Yohana
|
Escena 2
|
Nesrin y Ruth
|
Escena 3
|
María y Jefry
|
Escena 4
|
Estel y Rina
|
Escena 5
|
Martina, Jordi y Lluis
|